El muro de esencia gris y oscura
fue el testigo fiel y mudo
de la sangre derramada.
Algunos podrán llamarle “ La Historia”
otros exclamar que locura!!!
Pero sus signos en vano han quedado
de los que por ideales interesados
fueron la barbarie de la humanidad.
Jamás sentirá consuelo
ni honor en su duelo , quién lloró
por los seres queridos que jamás volvieron.
De nada valen las guerras
ni el orgullo de los falsos héroes
cuando se construye cruelmente
un pedregal de huesos.
Y al cabo de algunos años
y el olvido de la tragedia,
no hay victimas
ni victimarios.
Solamente queda un desierto
que ya no predica
sus invisibles sombras.
Texto : Patricia L. Ferriols Gonzalez
Dibujo : Patricia L. Ferriols Gonzales
Pintura acrílica , medidas 50 x30 cm.
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